Bajo el lema ‘El comercio local en Canarias: una historia compartida’, la muestra irá recorriendo las diferentes islas del Archipiélago y actualmente se puede visitar en la calle Triana de Las Palmas de Gran Canaria.
La Consejería de Turismo, Industria y Comercio del Gobierno de Canarias, que dirige Yaiza Castilla, ha iniciado una exposición itinerante para profundizar en el origen del comercio local en las islas desde la conquista.
Bajo el lema ‘El comercio local en Canarias: una historia compartida’, la muestra, que ya ha estado en la calle Castillo, en Santa Cruz de Tenerife, llega ahora a la calle Triana de Las Palmas de Gran Canaria e irá recorriendo las diferentes islas del Archipiélago.
El director general de Comercio y Consumo, David Mille, explica que la exposición tiene como objetivo “resaltar la importancia que ha tenido a lo largo de la historia, y que sigue teniendo, el comercio local. Un comercio de proximidad que ha ejercido una función básica en la vida cotidiana de Canarias desde hace siglos y, que alberga un importante conjunto de valores históricos, económicos y patrimoniales que serán resaltados en esta exposición”.
La muestra destaca, entre otros aspectos, el papel esencial que ha jugado la mujer en la historia económica de Canarias. En los paneles informativos detalla que quienes se dedicaban al comercio al por menor eran revendedoras que recibieron diversos nombres como regatonas, vendederas, treceneras o triperas. Su papel en el abastecimiento de productos de primera necesidad fue fundamental durante el antiguo régimen.
Otro de los hitos históricos que se explica en esta muestra es la importancia de las comunidades de origen extranjero que han sido fundamental en la historia de la economía canaria, incluso en su comercio local. Y es que la posición estratégica de las islas atrajo desde el principio a capitales y comerciantes extranjeros. Una realidad que se ha mantenido hasta nuestros días.
Por otro lado, la exposición itinerante muestra que Canarias ha sido también un lugar de visita obligada para exploradores, científicos e intelectuales que dejaron interesantes testimonios acerca de nuestro comercio en manuscritos, diarios y publicaciones de gran valor para conocer la vida cotidiana de épocas pasadas.
En este sentido, cuenta que desde mediados del siglo XIX, los núcleos históricos y ciudades de Canarias asisten a una reconfiguración de los espacios comerciales, cada vez más especializados y adaptados a las demandas burguesas. Un proceso de cambio que sumerge a las islas en un contexto más globalizado donde priman las importaciones industriales a través de nuestros puertos.
Las tiendas de ‘aceite y vinagre’
En esta exposición sobre la historia del comercio local en las Islas destaca las tiendas de ‘aceite y vinagre’, características de las ventas populares durante el siglo XX en las que se vendían “de todo”. Contaron con una regulación oficial mediante licencias, donde se especifican sus características como comercios de abacería, tienda de aceite y vinagre, de comestibles, o comercio de ultramarinos.
La muestra recuerda que en ellas se permitía la venta de todo tipo de productos, desde comestibles, hasta diversos productos para la vida cotidiana. En barrios capitalinos y pueblos del interior se incluía, además, el consumo de bebidas y comidas. Su papel en momentos de crisis, como durante los primeros años del franquismo, fue clave en la supervivencia de muchas familias y siempre ejercieron una función social fundamental en la vida cotidiana de muchos de nuestros pueblos.
Además de una herencia material conservada en innumerables tipos de objetos, explica que estas tiendas eran también un espacio de relaciones sociales, donde además de la compra, se compartía un rato de charla y ocio. Muchas de ellas fueron también claves en el sostén de las economías familiares a través del “fiado”. Ciertas personas, ya con cierta edad, recordarán hacer los mandados y, cómo no, la frase recurrente de las madres: “dile que lo apunte”.
La exposición ‘El comercio local en Canarias: una historia compartida’ se podrá visitar hasta el 27 de diciembre en la calle Triana, de Las Palmas de Gran Canaria.